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Tenka Fubu

Shinonome Yuuko wa Tanpen Shousetsu o Aishite Iru Vol. 02 - Capitulo 7

 

Minami Eita y Shinonome Yuuko al teléfono


¡Más, más y más actualizaciones!


Aquí está el Cap.07 del Vol.02 de Shinonome Yuuko, en este capítulo podremos apreciar como el protagonista intentará dar una explicación de los hechos acontecidos en la terraza a Shinonome, No obstante, ella no lo quiere ni ver en pintura, no le responde los mensajes y tampoco le contesta las llamadas.


Faltaría menos que sonará en el fondo ♫ "Yo romperé tus fotos, yo quemaré tus cartas..." ♫ xD

Ya fuera de bromas, aquí les dejo el nuevo capitulo.


Capítulo 7


Lo he estado pensando por mucho tiempo.


Me he preguntado si soy digna de él, si de verdad le gusto y qué es lo que en realidad significa estar enamorada de una persona.  


Y a veces pienso que lo odio. 


No puedo evitarlo, me molesta, me irrita, lo odio, pero aun así una parte de mi quiere estar con él.


¿Qué debería hacer con estos dos sentimientos tan contradictorios? 


No lo entiendo. 


¿Quién es la verdadera yo y cuál es la falsa? 


¿O será que ambas son parte de mí? 


Después de reflexionar en esto por un tiempo me di cuenta de algo. 


Nunca le he dicho lo que siento por él. 



Nishizono Yuuko.

"Es difícil amar"



Durante el descanso para la revisión de los exámenes, casi no salí de la casa, en ocasiones le enviaba mensajes de texto a Shinonome o me ponía a leer un libro.


Nunca hubo una respuesta por parte de Shinonome. Ni una tan sola.


Intenté llamarle varias veces, sin embargo, la llamada nunca conectó, lo único que recibí fue ese mensaje robótico que decía "el teléfono que usted desea contactar esta apagado o se encuentra fuera del área de servicio".


Cuando el período de descanso terminó y se reanudaron las clases, tampoco hubo una sola palabra.


Cuando llegué a la escuela y entré en el aula, no había señales de Shinonome.


Shinonome que siempre suele llegar 30 minutos antes que yo no estaba a la vista.


Me fui a mi asiento y suspiré.


Me percaté que Kitagawa quién estaba a una cierta distancia de mi me dio una mirada de reojo, pero al poco tiempo la apartó. Normalmente, ella me vendría a hablar casualmente pero hoy no lo hizo.


─Se siente como «Y entonces ya no había nadie»...


Murmuré el título de la cubierta de un libro que vi en la habitación de Keisuke y aunque nunca lo había leído me hice una desganada nota mental que debería leerlo algún día.


─... Oye Minami.


De repente escuché que susurraron mi nombre y cuando volteé hacia la fuente del sonido vi que ahí estaba Ariga.


Desde el viaje escolar, Ariga ha empezado a hablar un poco conmigo.


─¿Huh? 


─¿Le hiciste algo a Kitagawa? 


Me preguntó Ariga mientras se sentaba en el asiento vacío a la par mía, pareciendo preocupado que alguien nos escuchara.


─¿... Por qué preguntas? 


─Es que hace un momento actuaron bastante raro.


Después de decir eso, Ariga dirigió su mirada hacia el asiento de Shinonome.


─Shinonome-san tampoco ha venido.


No tenía idea que estuvieras tan pendiente, pensé para mis adentros.


Pero incluso si notó el cambio y me pregunta sobre eso, no puedo contarle nada de lo ocurrido.


─No pasa nada... ¿no será que estás imaginando cosas? 


─Bueno, si es así no se hable más. Por cierto...


Luego de ese prefacio, Ariga bajó más la voz y se puso más alerta de los alrededores y luego comenzó a decir.


─Ayer tuve una cita con Endou.


Por un momento no me acordaba quién rayos era esta tal Endou, pero luego de meditarlo por un rato me acordé de que ella era miembro del club de teatro. En estos momentos en un rincón del aula, ella está hablando sobre algo con Kitagawa.


─... Eh.


Sin embargo, esas fueran las únicas palabras que salieron de mi boca.


─¡Cómo que ...Eh! ¡no suenas para nada impresionado! 


Ariga frunció el ceño y alzó la voz, pero, ¿cómo esperas que me sienta impresionado por eso?


Al darse cuenta de que los demás estudiantes se nos quedaron viendo por un momento, Ariga carraspeó y bajó nuevamente la voz.


─No, bueno, todo comenzó con la salida al mar durante el viaje escolar... así que pensé que tenía que contártelo ya que fue gracias a ti que conseguí la oportunidad.


─C-Claro...


No estoy seguro si solo quiere expresarme su gratitud o si solo sintió la obligación de contármelo, sea cual sea el caso le contesté un tanto dubitativo al mover mi cabeza verticalmente.


Ariga se levantó y colocó su mano sobre mi hombro,


─Aun no tengo claro si vas a por Shinonome-san o Kitagawa, pero bueno, espero que todo te salga bien. Yo también me esforzaré.


Y entonces se fue.


Lo siento, no puedo contarte que en estos momentos no lo estoy haciendo para nada bien.


Entre tanto, la clase comenzó y de esa forma nos concentramos en las lecciones. Pese a que dije eso, como era el primer día solo nos dieron las calificaciones y hablamos sobre las tareas que nos asignaron en la vacación. Además, no se le puede llamar clase debido a que terminamos dos horas antes de lo habitual.


Hoy hubiera agradecido que las clases hubiesen durado más, aunque eso no significa que soy un estudiante bastante aplicado.


Como es habitual, estaba perdiendo el tiempo en el aula intentando evitar a las multitudes cuando mi celular de repente comenzó a vibrar.


Sin darle tanta vuelta al asunto... ya que no me esperaba nada a estas alturas... miré la pantalla de mi teléfono y fue entonces cuando mi cuerpo se tensó.


Se trataba de un nuevo mensaje de texto.


En la parte donde dice el remitente ponía [Shinonome Yuuko].


De inmediato le di a la opción de abrir y leí el contenido.


─Lamento no haber estado en contacto. Ya terminé el guión para la obra escolar y quiero que se lo entregues a Kitagawa-san. Voy de camino a la escuela y me gustaría que pudieras recibirlo... ¿todavía te encuentras ahí? 


No pude enviarle una respuesta de inmediato. Mientras pensaba en que debería responderle el tiempo comenzó a pasar,


─¡Aquí estoy! ¿Dónde te puedo encontrar? 


Antes de saberlo ya había escrito esas palabras y presioné el botón de [enviar].


¡Aquí estoy! Cómo pude escribir eso... al momento que me arrepentí de haberlo escrito de esa forma, la pantalla del celular me mostró la leyenda [Envío Completado] sin ninguna misericordia.


Y entonces sin esperar la respuesta de Shinonome me puse de pie.


Me abrí camino entre las personas que estaban por la puerta y salí del salón.


Cuando corría hacia el portón de la entrada, recibí una respuesta.


─¿Estaría bien si te pido que vengas a la estación? 


Me debería haber traído la mochila de una vez. De esa forma podríamos ir a algún otro lado juntos. Con eso en mente, le respondí esta vez de inmediato.


─¡No hay problema! ¡Ahí estaré! 


De verdad me sentí como un idiota. ¿Por qué estoy tan desesperado?  Me preguntó si alguna vez utilice los signos de admiración en los mensajes que intercambiaba con Shinonome. No lo sé. Sin embargo, ahora sé que estoy de ánimos para hacerlo. Suficiente. Ya no le daré importancia a mi reputación o si se ríe de mí.


─No tienes que darte tanta prisa. Llegaré dentro de 30 minutos. 


─No, ahí estaré y te esperaré.


Estoy hablando como crío. Odio mi falta de habilidad a la hora de escribir.


Me tomó menos de 10 minutos llegar hasta la estación, lo cual me hubiera tomado normalmente media hora al paso perezoso que suelo andar.


Ya ahí comencé a sudar.


Dirigiendo mi mirada hacia el techo, me sequé el sudor de la frente con una manga y me puse a recuperar el aliento.


Es comprensible. Esta es la hora más caliente del día.


Ya estamos en verano.


Maldita sea.


No quiero que piense que apesto a sudor.


¿Todavía no viene...?


¿Qué debería decirle?


¿Aún le falta?


Lo primero que tengo que hacer es disculparme.


¿De qué?


Porque la lastime.


Ya se está tardando.


No, yo fui el que vino demasiado temprano.


No es culpa de Shinonome.


Yo soy el que la tiene.


¿Qué fue lo que yo hice?


La lastimé.


¿Sigue sin aparecer?


Esos fragmentos de pensamientos inundaban mi mente.


No puedo pensar con claridad. Pensé que se debía a que estaba cansado por correr tanto, sin embargo, cuando mi respiración se estabilizó me di cuenta de que ese no era el caso.


 Estoy nervioso.


De encontrarme con Shinonome. Como si me espantara. Estoy reaccionando como un niño.


Y también me estoy muriendo de sed.


Miré mi reloj de pulsera y vi que ni siquiera habían transcurrido 5 minutos.


En el mensaje de Shinonome ponía que vendría dentro de 30 minutos de los cuales ya habían pasado 12 o 13.


La espera es de otros 15 minutos más o menos.


Ahora ese tiempo me parecía una eternidad.


Antes de darme cuenta, ya estaba zapateando varias veces el piso. Sacaba y volvía a meter mi celular una y otra vez. Todo lo que miraba era el reloj. Siento que me estoy sofocando.


Varios trenes llegaron a la plataforma y una buena cantidad de pasajeros se bajaron a las compuertas, no obstante, aún no había señales de Shinonome.


Faltan 10 minutos.


Justo cuando pensaba que ella aparecería en el siguiente tren, logré ubicar a Shinonome al final de la línea de pasajeros que salían de las taquillas de la estación.


Eso me tomó por sorpresa e intenté dar un paso adelante, sin embargo, me percaté que no tenía sentido que me dirigiera hacia donde ella. Me recosté con más fuerza contra el pilar para controlarme y continué esperando por la llegada de Shinonome.


Y entonces vi como Shinonome salió de las taquillas con su habitual paso lento.


Observé como se me acercaba con su habitual forma de andar.


Cuando Shinonome se detuvo frente a mí, me enderecé.


Cuando sentí que Shinonome se negaba a iniciar la conversación, las palabras eventualmente salieron de mi boca,


─... Viniste rápido.


Eso le dije.


─Es que como dijiste que me ibas a esperar... sentí que sería de mala educación no apresurarme...


Dijo Shinonome con la mirada cabizbaja. Me pregunto desde hace cuánto no escucho la voz de Shinonome. Creo que no ha pasado tanto tiempo, pero su voz me hace sentir tanta nostalgia.


─L-Lo siento...


─No te preocupes, no hay necesidad de disculparse.


Shinonome no hizo contacto visual conmigo. Mientras decía eso, empezó a buscar algo en el bolso que colgaba de su hombro.


Tras un tiempo, Shinonome me entregó dos DVD.


─Aquí esta guardada la información del guión. Creo que puedes leerla en la computadora de la escuela.


Los recibí sin decir nada y de repente me entró la duda.


─¿Por qué son dos? 


Un guión para una obra se trata de información escrita. No creo que sea tan pesado el archivo para necesitar todo el espacio de un DVD. No soy muy letrado en lo que tiene que con la informática, pero al menos sé de esto.


Shinonome levemente ladeó su cabeza y entonces,


─Dale uno a Kitagawa-san.


Diciendo eso.


─¿Y el otro? 


─Es para ti Minami-kun.


─Eh...


No pude entender porque Shinonome dijo eso y mientras estaba en confusión ella se dio media vuelta.


─¡E-Espera un momento! 


La agarré del hombro y la obligué a darse la vuelta.


Una sonrisa un tanto complicada flotó sobre el rostro de Shinonome.


─... Me duele.


─L-Lo siento. Pero sabes, me gustaría que habláramos un poco más...


Cuando estaba por continuar con mi apresurado discurso, Shinonome movió levemente su cabeza hacia los lados.


─Tengo una reunión con Aikawa-san.


─Ah...


─Además hoy estoy de permiso de la escuela. Sería un poco problemático si las personas llegan a darse cuenta…


─C-Comprendo...


Ahora que me había dicho eso ya no podía contraargumentarle nada. A decir verdad, quería tomarla a la fuerza de la mano y llevármela a otro lado. Sin embargo, no contaba con el valor para hacer eso. Sentía que, si hacía eso, probablemente ese sería el fin de mi relación con Shinonome.


Shinonome miró hacia abajo cuando lentamente retiré mi mano de sus hombros.


─No se te olvide entregarle el disco.


─... De acuerdo.


─Y también asegúrate de leerlo detenidamente.


Antes de que le pudiera responder, Shinonome tranquilamente se dio la vuelta y caminó de regresó a las taquillas de la estación. Yo solo pude verla partir. No la perseguí ni le dije nada más. Normalmente le habría dicho algo como «Nos vemos» Sin embargo, tenía miedo de que esas palabras se pudieran convertir en un hasta siempre.


Me quedé parado ahí por bastante tiempo incluso luego de que la figura de Shinonome desapareció completamente de mi vista.


No sé cuánto tiempo transcurrió.


Pero cuando al fin recuperé la compostura empecé a caminar.


De regreso al instituto.



* 



No tengo ni la más remota idea de dónde queda el club de teatro.


La forma más rápida habría sido enviarle un mensaje de texto a Kitagawa y preguntarle, no obstante, en estos momentos prefería abstenerme de hacerlo.


Mientras iba revisando en línea los salones designados para los clubes culturales, una persona salió corriendo del baño para damas y casi choca conmigo.


─Cuidado....


Mientras exclamaba eso y me hacía a un lado para evitar la colisión, la estudiante con la que casi chocó me volteó a ver. Se trataba de Endou.


─¿Hum? Eres tu Minami-kun. ¿Qué estás haciendo aquí? 


Supongo que ella ya sabe que yo no pertenezco a ningún club. Si uno no pertenece a ninguno no habría razones para andar dando vueltas por aquí.


─Justo a tiempo...


Soltando un suspiro de alivio, le pasé una de las cajas de DVD que tenía en la mano a Endou. Ella se me quedó viendo con sospecha.


─¿... Y esto? 


─Esta es la info para lo del guión. Lo acabó de recibir de Shinonome.


Cuando se lo dije, Endou agarró la caja con una cierta sensación de nerviosismo por alguna razón. Con su mano agarrando firmemente la caja,


─¿Se lo puedes entregar a Kitagawa? 


Y tras eso.


─Claro... ¿pero por qué no se lo entregas tú directamente? ¿Eso la haría más feliz verdad? 


─No, así esta bien. Siempre que se lo des.


Con un rostro dubitativo sobre Endou, ella agregó,


─Hmm... ¿algo ocurrió con Emu? 


Me preguntó eso lo cual me irritó un poco,


─¿Qué fue eso? ¿Escuchaste algo por parte de Ariga? 


No pude evitar mencionarlo.


─¡Qu! ¿¡Por qué acabas de mencionar a Ariga!?


─Él me lo contó hoy. ¿No que tuvieron una cita? 


Endou estrechó sus ojos y luego apartó su mirada,


─¡Ese bastardo...! 


Murmurando eso. Sé que fui yo el que sacó el tema, pero no me gustaría involucrarme tanto.


─Para quedar claros, ya te lo entregue. Asegúrate de que ella lo reciba.


─Ok. Así lo haré. Y por favor no le digas a nadie lo de Ariga. No es como que ya hayamos empezado a salir.


─Vaya, vaya...


Le di la espalda a Endou y empecé a alejarme, sin embargo, me daba la sensación que Endou continuaba ahí parada. No le di importancia y continué caminando. Es posible que Endou haya escuchado algo de parte de Kitagawa. Para ser honestos, ya me tienen harto cuando me preguntan de esto o lo otro.


Pero más que eso, lo que más me preocupa ahora es llegar a casa lo más pronto posible.


Tengo que ver que es lo que hay dentro del DVD.


Regresé a mi salón y agarré la mochila, arrojando adentro la caja del DVD. Salí corriendo del aula. Tenía tanta prisa que casi me tropiezo y me voy de bruces varias veces.


Llegué a la estación de tren donde hace un momento me reuní con Shinonome.


El tren llegó justo al momento que iba pasando por las taquillas y me dirigía a la plataforma.


Durante el viaje sentí varias veces la necesidad de enviarle mensajes a Shinonome. No obstante, también soy consciente que en estos momentos se encuentra en una reunión. Eso asumiendo que no haya mentido.


Quiero creer que es así.


No puedo concebir que me haya mentido solo porque no quiere pasar tiempo conmigo. 


Así espero.


Sin embargo, tengo el presentimiento que quizás ese no sea el caso.


Shinonome se la debe haber pasado trabajando en el guión todo el tiempo durante el lapso en el que no estuvimos en contacto. Creo que ella finalmente logró salir del estancamiento en el que había quedado atrapada por tanto tiempo.


A decir verdad, cuando la vi por primera vez en tanto tiempo había cierto resplandor en su rostro.


Sentí que la melancolía que la había estado atormentando hasta hace poco finalmente había desaparecido.


Ella no era la misma Shinonome con la que me había costado tratar últimamente, aquella que estaba presente en cuerpo, pero no en mente, no importando adonde fuéramos o de que habláramos.


Me sentí feliz por eso.


Así es, estoy seguro de que me gusta Shinonome cuando está escribiendo algo.


Ella nunca me ha enseñado donde se pone a escribir sus novelas, pero en algunas ocasiones cuando salíamos, ella me comentaba sobre la novela que estaba intentando escribir o me confiaba los problemas por los que estaba pasando.


Me gusta más Shinonome cuando hace lo que le gusta.


En esos momentos es cuando el rostro de Shinonome se ve más lindo y adorable.


Así que por esa razón me sentía bastante animado... aun cuando esto podría significar el fin de mi relación con Shinonome.


Cuando el tren llegó a la estación me fui directo a casa sin hacer ninguna parada.


Abrí con fuerza la puerta de la casa y cuando estaba a punto de quitarme los zapatos me percaté que allí había un par de zapatos de mujer.


Cuando pensaba "¿Eh?", un par de sonidos *pochi**pochi* de pantuflas se me acercaron.


Secándose las manos en su delantal, Arumi-san se detuvo frente a mí que me encontraba en la entrada de la puerta y entonces hizo una reverencia un tanto avergonzada.


─... Bienvenido.


No pude evitar soltar una risilla ante ese comportamiento tan reservado.


─... ¿Qué te pasa? 


Quizás sonó a como que me estaba burlando de ella ya que Arumi-san se veía un poco descontenta.


─Es que... ha pasado un tiempo desde que no he hecho esto... y pensé que a Eita probablemente no le gustaría que lo tratara como si nada hubiera pasado...


No obstante, el hecho que Arumi-san se encuentre aquí significa indudablemente que su relación con Keisuke ha vuelto a ser la de antes.


Sin embargo, creo que sería un tanto insensible si lo confirmo con ella en este momento.


Mientras me quitaba los zapatos y entraba a la casa dije.


─No te preocupes por eso. Te queda más ser alegre.


─¿Eso crees? 


Dijo sonriendo, pareciendo extremadamente feliz desde el fondo de su corazón.


Ah, ya sabía que se habían reconciliado con Keisuke, pensé para mis adentros. El asunto del curry debe haber puesto algunas cosas en marcha.


Mientras pasaba por el pasillo pensando sobre eso, Arumi-san me siguió y se me puso enfrente.


─¡Espera! ¡Una vez más! ¡Lo voy a volver a hacer! 


Ella me empujó a la fuerza y terminé de nuevo en la entrada de la puerta.


Arumi-san sonrió levemente y con sus brazos extendidos dijo.


─¡Eita! ¡Bienvenido! 


Como ya lo sabía, no me podía quejar de nada. Si lo hacía, ya me veía haciendo esto una y otra vez.


─... Ya vine.


Sonreí incómodamente mientras le decía eso. Sentí que ha pasado mucho tiempo desde que dije esas palabras.


─¡Si! Te llamaré cuando la cena este lista, ¡espera a que te llame en tu cuarto! 


─... Entendido.


Mientras observaba a Arumi-san regresar a la cocina sentí que los pasados días sombríos lentamente se derretían. Me encontré con Shinonome y parecía que ella había superado su estancamiento y ahora Arumi-san ha regresado. Todas las cosas que antes daba por hecho y que había perdido recientemente.


Originalmente crecí como un chico sombrío debido a mi complejo de inferioridad con Keisuke. En esta clase de situaciones es fácil sentirse deprimido.


Me fui para mi cuarto y encendí la máquina sin ni siquiera quitarme el uniforme.


Mientras esperaba a que se terminara de encender, pensé que sería mejor que la imprimiera si de todos modos la iba a leer, por lo tanto, salí de mi cuarto con el DVD en mano.


A juzgar por la forma en la que actuaba Arumi-san eso significa naturalmente que Keisuke está en casa.


Con eso en mente toqué la puerta de su cuarto,


─¿Qué pasó?


Me respondió esa voz desmotivada.


Cuando abrí la puerta, el habitual olor a cigarro salió e hizo que frunciera el ceño.


Keisuke estaba parado enfrente del librero, leyendo un libro con un cigarrillo en la boca.


Tenía algo de curiosidad por preguntarle los motivos o circunstancias que lo llevaron a leer de pie, sin embargo, ahora no era el momento de hacer tales preguntas.


─... Entonces.


Cuando me preguntó señalé la máquina de Keisuke en el escritorio.


─Te quiero pedir prestada la computadora por un momento.


─Para eso tienes la tuya.


─Yo no tengo impresora. Solo quiero imprimir un documento.


Cuando le expliqué, Keisuke dejó salir algo de humo pareciendo perder el interés.


─... Haz lo que quieras.


Que poco amigable.


Bueno, así es su forma de ser. No puedo comenzar a quejarme ahora.


Me senté en la silla he inserté el disco en la bandeja del DVD-ROM.


Me dio algo de nauseas cuando vi el cenicero lleno a tope de colillas de cigarro. Me pregunté cómo es que las personas tienen la motivación para fumarse toda esa cantidad de cigarros.


La computadora hizo un leve ruido al comenzar con la lectura del DVD.


Tras un tiempo, seleccioné el archivo que encontró, le di clic derecho y lo mandé a imprimir sin molestarme por ver el contenido.


No quiero ver el monitor.


Cuando se trata de algo impreso, quiero leerlo lentamente de portada a fin.


Al ver que la impresora comenzó a trabajar, me giré con la silla ergonómica para tener de frente a Keisuke. Creo que le debe tomar algo de tiempo a la impresora terminar con la tarea ya que es una considerable cantidad de páginas. Durante este tiempo, la única forma de evitar ver el monitor es hablar con Keisuke.


Keisuke se mantuvo de espaldas hacia mi mientras seguía leyendo su libro.


Ceniza caía de la punta del cigarrillo que tenía en la boca, pero él ni siquiera lo notaba.


─Sabes...


Cuando abrí la boca, Keisuke no hizo un solo movimiento,


─¿Qué pasó?


Diciendo eso. Ni siquiera se volteó a ver.


─¿Ya se reconciliaron con Arumi-san? 


─... Para nada, no había hecho nada malo desde el principio.


─Tú puedes decir eso pero la otra parte no pensaba igual.


─Quizás solo estaba de mal humor.


Es algo ridículo decir que ella dejó de venir a la casa solo porque se sentía de mal humor. Me dieron ganas de decirle.


Sin embargo, no tiene sentido que le mencione eso.


─¿A qué vino eso del curry? ¿Cómo terminó?


─Tenía antojo de curry.


─Pero ni siquiera lo probaste.


─Comí después cuando regrese a la casa.


Me rindo. No vamos a llegar a nada. Creo que sería más rápido si le pregunto directamente a Arumi-san. Estoy seguro de que ella me lo contará todo sin necesidad que le pregunte.


Pero hoy, tal vez debido a que estoy de buen humor, tengo el extraño deseo de descubrir que es lo que piensa este tipo.


─Shinonome escribió un guión para la obra de festival escolar.


Keisuke que había estado en la misma postura desde hace rato y ni siquiera me había volteado a ver, fácilmente se dio la vuelta al escuchar esas palabras.


─¿... Un guión? 


Que tipo más fácil de entender pensé.


─Así es. Una chica en el club de teatro descubrió que ella es escritora. Y me pidió que le ayudará para decirle a ella que si le hacía el favor de escribir el guión escénico. Shinonome se encontraba en un atasco literario por lo que pensé que sería un buen cambio de aires, así que acepté el encargo...


Después de decir eso, señalé la impresora que estaba trabajando a toda potencia.


─Eso es lo que estás imprimiendo.


Keisuke dirigió su atención a la impresora. El cigarrillo en su boca estaba a punto de extinguirse hasta la colilla. Cuidadosamente levanté el cenicero ya que parecía que de un momento a otro se iban a salir todas las colillas que estaban ahí y se lo acerqué a Keisuke sin botar ninguno.


─... Déjame leerlo después que termines.


Mientras empujaba la colilla en el cenicero, Keisuke dijo eso como si fuera perfectamente natural.


─Te dejaré leerlo, pero antes quiero escuchar lo del asunto del curry.


Keisuke se me quedó viendo con una expresión bastante disgustada. Honestamente, nunca había visto en mi vida que este chico mostrara tantas emociones.


Keisuke silenciosamente sacó otro cigarrillo del bolsillo de su camisa y se lo puso en la boca, pero no lo encendió ya que parecía estar reflexionando sobre algo.


Y cuando finalmente encendió el fuego y dejó salir un poco de humo,


─Lo cierto es que no quería comer curry.


Dijo en un tono de voz bastante bajo.


─¿Así que en verdad lo preparaste para ella? 


─... Bueno, así es.


Ya sea si él anticipaba que esto iba para largo o solo estaba cansado de estar de pie, Keisuke lentamente se sentó sobre una columna de libros que estaba en el suelo.


─Antes de que Arumi y yo empezáramos a salir... o mejor dicho justo en el momento que comenzamos a salir, preparé el mismo curry.


Esta era la primera vez que escuchaba esa historia. De hecho, Keisuke nunca me contó nada de su vida privada.


─Justo antes de que empezaran a salir... ¿te refieres a la secundaria, verdad? 


─Exacto.


─Con que un curry preparado por estudiantes de secundaria, ¿huh? 


─Solo seguí la receta que leí en un libro.


No pude evitar encogerme de hombros cuando dijo eso.


─Ah ya... ¿y entonces? 


─Eso fue todo.


─¿Eso es todo?... pero no tengo idea porque preparaste curry en aquella ocasión, en la de la historia que me estás contando.


Keisuke resopló un tanto disgustado.


─¿Qué más quieres que te explique sobre eso?


─Incluso si lo pones de esa manera... Digo, ¿por qué preparaste curry durante la secundaria? Estás saltándote varias cosas en primer lugar.


Pensé que se trataba de una escena bastante surrealista.


Ante el sonido repetitivo de la máquina imprimiendo sobre el papel, me puse a hablar con Keisuke de su pasado.


─Esto empieza con que en la casa de Arumi no pasa nadie... Ella me dijo que no podía cocinar, así que le dije que cocinaría por ella.


Keisuke escupió esas palabras a regañadientes.


No alcanzó a entender el motivo por el cual él se niega a hablar del pasado.


Sin embargo, no pude evitar recordar lo que Keisuke me dijo con anterioridad, «No todo se puede explicar con palabras». Quizás Keisuke no ve los méritos en el acto de comunicarse y socializar con los demás a través de las palabras.


─Vaya... entonces, ¿así es como comenzaron a salir? 


─En resumen, sí.


No puedo imaginarme a Keisuke tomando la iniciativa de hacer algo por los demás.


Incluso ahora, Arumi-san es la que se encarga de todos los quehaceres del hogar y no hace falta decir que Keisuke apenas hace algo.


─En pocas palabras, se trata de un curry lleno de recuerdos.


Cuando le dije eso, Keisuke dejó salir otro suspiro. Supongo que piensa que lo que dije sonó trillado. Pero como no soy escritor me trae sin cuidado lo que piense.


─Entonces, ¿me estás diciendo que lograste hacer las paces al preparar ese curry del recuerdo? 


─Oye tú... ¿no puedes entender que no tengo que decírtelo todo? 


─Es que no te entiendo. Incluso Shinonome dice que soy insensible.


Cuando le dije eso en un tono autodespectivo, Keisuke inhaló profundamente su cigarrillo y se rascó la cabeza lánguidamente.


─Hablando francamente lo que acabas de decir es cierto. Pero para ser más concisos, lo importante es que me acordé... de lo que significa y representa ese curry. Si lo tengo presente, eso significa que no me he olvidado de cómo prepararlo y de lo que sentía en aquel momento.


Eso significa que pasó por todo aquello de preparar el curry, engañarme e invitar a escondidas a Arumi-san solo para transmitirle a través de ese platillo que no se había olvidado de lo que sentía, eso suena como una tarea bastante agotadora. Quizás se trate de algo así.


En lugar de elogiarlo por eso, honestamente me tomó por sorpresa.


─¿Le dijiste eso a Arumi-san? 


─Claro que no idiota.


Es bastante inusual que Keisuke me insulte de esa forma. Supongo que ha de ser por lo frustrado que se siente. Y lo que lo irrita más ha de ser que yo soy de la clase de personas que no entienden como se sienten los demás.


Pero, a decir verdad, Arumi-san sollozó luego de comer el curry de Keisuke y eso hizo que se reconciliaran. Supongo que ellos dos tienen un vínculo que nadie puede llegar a medir. Cuando ella le dio una probada al curry probablemente se dio cuenta de la verdad.


De lo siguiente que me di cuenta fue de que la impresora había terminado de imprimir.


Me levanté y recogí la pila de papeles que todavía estaban calientes.


─Creo que ya lo he captado un poco. Algunas veces es interesante escuchar esa clase de historias de mi hermano.


Cuando volteé a ver a Keisuke, él estaba fumando su cigarrillo con una expresión de pocos amigos.


Mientras le hacía señas con mi mentón apuntando hacia la impresora,


─Te dejaré el DVD. Si quieres leerlo puedes imprimir otra copia. Si no tienes tanta prisa, te puedo dejar esta copia cuando termine de leerla.


Cuando le dije eso, Keisuke se sentó sobre la silla sacándome a empujones de ahí.


─No hay problema. Lo voy a leer desde el monitor.


¿Tantas ganas tienes de leerlo?, pensé para mí mismo.


Si no me equivoco, tú estás más emocionado por leerlo que yo. Cielos, ¡qué hermano más peculiar tengo!


Cargando los papeles bajo mi brazo puse mi mano sobre el picaporte.


Mientras abría la puerta dije sin voltear a ver a Keisuke,


─Pero me alegro. Que Arumi-san haya regresado.


A mis palabras, Keisuke respondió en voz baja.


─... Yo también.


Murmurando eso.


Sonreí un poco ante su inesperada muestra de honestidad.






Siguiente Capítulo



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