Shinonome Yuuko wa Tanpen Shousetsu o Aishite Iru Vol. 03 - Capitulo 2
¡Listo el Cap.02!
Un nuevo capÃtulo que nos muestra como lidiara el protagonista con el problema de Kitagawa ya que esta última se encuentra ante una posible relación maestro - estudiante, además que sus amigos de salón le piden que haga de cupido con una chica del comité bibliotecario....
Gracias por seguir la traducción.
CapÃtulo 2
De algún modo no sabrÃa decir si me gusta el pan que él está horneando o si me gusta verlo hornear el pan.
No lo sé con certeza, pero cada mañana antes de ir al trabajo compro pan.
Usualmente compro cruasán o cornetas de chocolate, pero ese dÃa casualmente compre un anpan y un pan de melón y cuando estaba pagando por ellos, él inclinó levemente su cabeza a un lado y dijo.
─Hoy compró diferente de lo habitual, ¿verdad?
Ese dÃa no me pude comer el pan. Sentà que serÃa una pena si me los comiera.
No tuve de otra que pasarme el tiempo leyendo para aplacar mi hambre, y mientras estaba en eso, el rostro del personaje que se reproducÃa en mi mente se reemplazaba con el de él.
Y asà finalmente,
─Ah, esto es amor.
Murmuré mientras me percataba que me habÃa enamorado.
Nishizono Yuuko.
"Libros y Pan" incluido en "Romance Escolar"
※
Siempre he tenido problemas con los saludos.
Buenos dÃas / Hola / Buenas tardes / Adiós.
Creo que esto se debe a que me crie en una familia donde tanto mi padre como Keisuke apenas hablaban y solo mi madre hablaba sin cesar.
Para mà el saludo es algo "que hago cuando me lo piden".
─Eita diga buenos dÃas.
─Eita se dice buenas tardes, ¿si?
Por alguna razón, yo fui el único al cual mi madre le decÃa que tenÃa que saludar ya que no recuerdo ver que mi padre o Keisuke los hostigaran con eso.
Keisuke es cinco años mayor que yo asà que quizás él ya se libró de tener que aguantar esta clase de educación, no obstante, él se convirtió en una persona que en raras ocasiones me dirige la palabra... no hace falta decir que él ni siquiera dice hola... creo que lo que sucedió ahà fue que o que nuestra madre falló en educarlo bien o ella nunca le dio a Keisuke esa clase de educación en primer lugar.
Mi hermano es asÃ, por lo que es imposible esperar que yo sea el único que salude a las personas alegremente.
Para cuando entré al instituto ya me habÃa convertido en una persona antisocial, aunque no al extremo de como lo es Keisuke.
─Hey Minami. Buenos dÃas.
Cuando entré al salón y tomé mi asiento, Ariga quién se sienta a la par mÃa dijo eso.
Coloqué mi mochila sobre el suelo,
─Hola... buenos dÃas.
Murmuré suavemente.
Uff, no me acostumbro a esto.
─¿Hiciste la tarea de inglés?
Me continuó preguntando, a lo que me acomodé en mi pupitre mientras me encogÃa de hombros.
─Se podrÃa decir.
─Si que eres responsable...
Murmuró Ariga con una expresión denotando asombro en su rostro.
─¿Tú no la hiciste?
─Digo... ¿cuál es el punto de hacerla a estas alturas? ¿No serÃa mejor resolver los ejercicios del libro preparatorio para la universidad?
─Entonces, ¿has estado resolviendo esos ejercicios?
A mi pregunta, Ariga se rio con un "Ja ja", de forma irónica.
─Bueno, no lo he hecho.
Tras decir eso, Ariga se reclinó sobre su silla mirando hacia el techo un tanto desmoralizado.
─¡Anda!, y yo no la hice porque pensaba que tú tampoco la harÃas.
En pocas palabras, entre más personas no la hicieran no hay que sentir miedo de las consecuencias.
─Si soy el único que no la hizo, Rico se va a enojar conmigo...
Mientras sacaba los libros de texto y los cuadernos y los metÃa en el pupitre, Ariga me murmuró esas palabras.
Riko es el apodo de Endou Ritsuko, hoy en dÃa ellos dos están saliendo.
Todo esto comenzó cuando arreglé una salida para chicos y chicas a la playa durante el viaje escolar del año pasado. Gracias a eso, Ariga se siente extrañamente agradecido conmigo y desde entonces hablamos con bastante frecuencia.
Considerando que cuando estábamos en primer año no le hablaba a nadie en la clase, mi entorno ahora es bastante ajetreado.
─Minami, ¿hoy estás de turno verdad?
Mientras esperaba a que la clase comenzará un tanto distraÃdo, Ikehara me preguntó eso mientras se acercaba a mi asiento.
─Cuando dices de turno, ¿te refieres a lo del comité bibliotecario?
Le pregunté a lo que Ikehara asintió.
En mi primer año, me inscribà en el comité bibliotecario debido a que no me querÃa unir a ningún club... ya que nuestra escuela tiene la extraña normativa de que todos los estudiantes tienen que estar inscritos en algún club.
No fue porque me encante leer sino más bien porque parecÃa ser lo más fácil de hacer.
Dos veces a la semana, los miembros del comité bibliotecario tiene que trabajar en el mostrador después que terminan las clases en labores de entregar y recibir libros. Hoy era miércoles después del dÃa feriado, por lo que hoy era mi dÃa de turno.
─Tienes razón, ¿necesitas algo?
─Óyeme, necesito que me hagas un favor.
Esta era la primera vez desde mi primer año que estoy en la misma clase que Ikehara. Desde que los dos somos miembros del comité bibliotecario hemos compartido unas cuantas pláticas a pesar de ser de clases diferentes, pero ahora que estamos en la misma clase tenemos más oportunidades de hablar que antes. No obstante, esta es la primera vez que me ha pedido un favor de esta manera.
Esto me da mala espina, por eso no tenÃa prisa en que me dijera lo que necesitaba.
─Bueno, quiero que le preguntes a Yuka-chan algo por mÃ.
Justo como lo pensé, eso es algo que dirÃa Ikehara.
Por cierto, Yuka-chan es Soejima Yuka, una miembro del comité bibliotecario de segundo año, nuestra kouhai. Desde que ella se convirtió en miembro del comité bibliotecario, él ha estado sobre ella llamando a Soejima con tonos como Yuka-chan aquÃ, Yuka-chan allá. No obstante, el único momento donde todos los miembros del comité bibliotecario se ven es durante las reuniones semanales o a menos que compartan el turno el mismo dÃa. Por supuesto, todos los miembros del comité bibliotecario se presentan para las reuniones, por lo que es seguro aseverar que no queda espacio para hablar de otros temas en privado durante ese tiempo.
─... Da igual, de todos modos quieres que le pregunte si tiene alguien que le guste, ¿de eso va, verdad?
Dije mientras reposaba mi mentón sobre mi mano, a lo que Ikehara se carcajeó irónicamente.
─Bueno, tienes razón.
Fue lo que respondió. Para ser honestos, no tengo el coraje para hablar de estas cosas en esta situación donde hay otros estudiantes a mi alrededor sin dejar de sentirme avergonzado.
─Pregúntale tú mismo...
─Escúchame, si le pregunto yo se va a dar cuenta que estoy interesado en ella. Pero como tú ya tienes novia, asà no va a sospechar, ¿me captas?
─No sonarÃa natural si le pregunto yo...
─Tú no entiendes como me siento porque ya tienes novia. Le quiero preguntar, pero a la vez me da nervios preguntarle.
Me pregunto si alguien que se siente tan miserable se atreverÃa a afirmar eso a todo pulmón, pero no me atrevà a mencionarlo.
─¿Ya no vas a estar de turno en el mostrador para el segundo semestre, verdad? Si no me ayudas a preguntarle ahora que se puede, ya no tendré otra oportunidad. Vamos, ayúdame bro.
A los que estamos en tercer año se nos quita la carga de estar de turno para el segundo semestre. Supongo que se debe a los exámenes de admisión. Si me placiera, podrÃa continuar trabajando incluso en el segundo semestre, no obstante, no tengo ni las ganas o la motivación para ir hasta esos extremos.
─No le veo problema. Vamos solo pregúntale.
Y asÃ, Ariga que estaba a la par mÃa interrumpió la conversación.
Frunciendo el ceño ante la inesperada interrupción, volteé a ver a Ariga.
─Por qué tendrÃa...
─Ikehara tiene razón, tú tienes novia desde primer año. Además, que es linda. Pero eso no significa que este bien que tú seas el único feliz, ¿me entiendes?
No entiendo la lógica detrás de esas palabras.
Y Ariga también tiene de novia a Endou.
─Entonces, por qué no le preguntas a Endou. Soejima también está en el mismo club de teatro que ella.
Soejima era una tipa rara del comité bibliotecario ya que al mismo tiempo también pertenecÃa al club de teatro. Supongo que eso significa que le encanta actuar, asà como le gustan los libros.
Debido a esa susodicha Soejima, toda la escuela se dio cuenta que Shinonome era una escritora, aunque eso ya es agua pasada.
─No pidas imposibles. Si le mencionó algo de eso a Riko ella me dirá sin lugar a dudas, ¿por qué no se lo preguntas directamente?
No entiendo la razón por la que el argumento de Endou si lo aceptan, pero el mÃo no, en resumen, estos dos de izquierda a derecha me decÃa, ─Preguntale, ─Anda preguntale, y para ser honestos me abrumaron bastante.
─Vaya, si se da la ocasión le preguntaré. ¿Te parece?
Al final tuve que dar esa respuesta.
─Te lo ruego. De verdad estoy desesperado. ayúdame a que mi juventud florezca. Si todo sale bien, te alabaré por siempre.
Ikehara me dio una palmada en el hombro y se regresó a su asiento luciendo sumamente satisfecho.
─Si esto funciona, te llamaré de ahora en adelante Sr. Cupido, Minami.
Incluso Ariga dijo eso.
Para ser honestos, no me alegra que me alaben o que me digan cupido.
Solté un suspiro mientras la campana indicaba el inicio de clases.
※
Las clases se acabaron y me dirigà hacia el aula de Shinonome.
Cuando ninguno de los dos tiene planes de antemano usualmente nos vamos a casa juntos, pero debido a que Shinonome y yo pertenecemos al comité bibliotecario, cuando a uno de los dos le toca estar de turno, siempre vamos a confirmar cuales son los planes de la otra parte.
Cuando entré al salón de clases, me di cuenta de que el profesor en prácticas, Kiriyama, todavÃa se encontraba en el podio, aparentemente él estaba a cargo de enseñar inglés para el sexto periodo. Varias estudiantes le estaban haciendo preguntas con un tono un tanto meloso al profesor. No hay otro profesor tan joven en la escuela por lo que supongo que las chicas le han tomado cierto cariño.
Shinonome estaba sentada hasta atrás, con su mirada totalmente concentrada en el librillo que tiene sobre sus piernas, daba la impresión de que esas cosas no le importaban. Y en el asiento delante de ella se encontraba Kitagawa recostada sobre su asiento, apoyando su mentón sobre sus manos y observando a las chicas que rodeaban a Kiriyama.
Cuando me dirigÃa al asiento de Shinonome, Kitagawa me volteó a ver,
─Ah, Minami.
Levantando la voz.
Al escucharla Shinonome también volteó a ver. Mientras levantaba la mano para saludar a Shinonome, Kitagawa se puso de pie.
─¿No le contaste a nadie de lo que te dije ayer, verdad?
Me susurró eso al oÃdo, lo cual me hizo ruborizarme.
─N-No se lo he dicho a nadie...
─En especial no se lo cuentes a Ariga o Ueda. Ellos no saben guardar secretos.
─Ya te dije que no les voy a decir...
Shinonome se nos quedó mirando fijamente. Si bien es cierto que tuve unos cuantos inconvenientes con Kitagawa el año pasado, me preocupa como ella va a reaccionar al presenciar como Kitagawa me susurra al oÃdo.
Quizás al notar mi dilema, Kitagawa tomada por sorpresa se dio media vuelta lentamente y se encontró con la mirada de Shinonome.
─Ah, lo siento. No tengo segundas intenciones. Lo juro. No te preocupes por esto.
Mientras decÃa esto Kitagawa me empujó hacia donde se encontraba Shinonome,
─Ok, ok, sigue caminando, adelante.
Y se salió del salón de clases.
Me sentà un tanto incómodo, pero no me podÃa quedar ahà parado en silencio, por lo que me acerqué a Shinonome,
─Hum... ¿hoy que harás?
Le pregunté a lo que ella inclinó su cabeza a un lado,
─¿Está bien si te espero?
Me dijo.
─Si. Entonces nos vemos a las cinco y media.
─Pienso que cuando termine de leer me iré a la biblioteca. Creo que me pondré a estudiar un poco... ya sabes por el tema de la universidad.
Esto es bastante inusual en Shinonome ya que generalmente se la pasa leyendo libros. Pero esto me sirvió de recordatorio de lo importantes que son los exámenes de admisión para la universidad, los cuales tenemos a la vuelta de la esquina.
─Ok... de acuerdo. La biblioteca puede que cierre temprano, ¿me podrÃas esperar afuera?
Shinonome asintió levemente, me di la vuelta para salir del salón sin decir más pero inmediatamente me volvà a dar la vuelta hacia donde se encontraba Shinonome.
─Ah... lo de antes, no tienes que preocuparte por eso, ¿de acuerdo?
Le dije eso solo por si acaso a lo cual ella me sonrió levemente,
─Eso lo hace sonar más sospechoso.
Eso fue lo que me dijo.
No puedo darme el lujo de que esto se quedé asÃ.
─Entonces... te lo contaré más tarde. Es un asunto algo delicado de decir aquÃ.
Me dijo que no se lo contará a nadie, pero ahora ya no me queda alternativa ya que actuamos asà enfrente de ella. Voy a usar eso como pretexto cuando se lo expliqué a Kitagawa por mensaje de texto, posteriormente levanté mi mano levemente y me despedà de ella al salir del salón.
Para pasar a la zona donde se encuentra el mostrador, se tiene que pasar por ley por la oficina de la bibliotecaria.
─... Con permiso.
Abrà la puerta de la oficina de la bibliotecaria murmurando eso suavemente y me topé con que la bibliotecaria Shiina-san estaba a punto de darle una mordida a su cruasán.
Shiina-san dirigió su atención hacia mi mientras tenÃa la boca totalmente abierta y luego procedió a morder su cruasán, moviendo su boca mientras lo masticaba,
─Ah, urghhh
Eso me dijo. Si se dio cuenta que estaba aquÃ, ¿por qué no dejó de comer pan? Esta era la clase de descuidos que la caracterizaban.
─¿... Hasta ahora está almorzando?
Cuando le pregunté eso un tanto consternado, Shiina-san se terminó de tragar el bocado y contestó,
─Estaba muy ocupada y se me pasó la hora del almuerzo...
Mientras fruncÃa los labios.
Ella usualmente trae su propio almuerzo, pero últimamente parece ser que le ha tomado cariño al pan y siempre compra del mismo tipo. Ella estaba comiendo de ese mismo pan la semana pasada,
─Sabes, el pan de aquà es muy delicioso. DeberÃas ir tú también Minami-kun. Enfrente de la estación hay un local que se llama Millhauser.
Me dijo sin que le preguntara.
─¿Hay algo con lo que necesite ayuda hoy?
No estoy interesado en empezar a hablar sobre pan, por lo que me limité a preguntarle lo que querÃa saber. Shiina-san le dio otro mordisco a su bizcocho y dijo,
─Ah.... parece que si. Creo.
Su respuesta fue vaga como siempre, pero no le di tanta importancia porque asà es ella.
─Entendido. Entonces estaré en el mostrador.
Le respondà mientras abrÃa la puerta que conduce al mostrador.
Adentro ya se encontraba Soejima en el mostrador, leyendo un libro de tapa dura. Al igual que Shinonome, Soejima suele leer libros en su tiempo libre.
─Ah, hola senpai.
Soejima levantó la mirada de su libro e hizo una leve reverencia, por cierto, ella hoy no estaba usando sus anteojos. Ella se veÃa como una chica literaria gracias a lo impresionantes que lucÃan sus anteojos.
─¿Huh? ¿Hoy traes puestos lentes de contacto...?
Le pregunté a Soejima mientras me sentaba en la silla a la par suya, del lado donde se prestan los libros.
─Asà es. ¿Te diste cuenta?
¿Qué si me di cuenta?, no hace falta ser un genio al no verte con tus gafas habituales, fue lo que pensé.
─Ah, claro....
Fue lo único que pude responder. Soejima es un tanto omisa en una forma diferente a la de Shiina-san por lo que no tenÃa sentido preguntarle por los detalles.
─Me gustan los lentes pero...
Eso murmuró Soejima.
Cuando el mostrador está ocupado, algunas personas vienen y salen constantemente, pero cuando no es asÃ, la verdad es que no queda nada que hacer. Los exámenes finales se acercan, asà que probablemente hoy no estará tan ajetreado.
─Si te gustan, ¿por qué no solo te los pones?
Le dije mientras miraba distraÃdo hacia el pasillo a lo que Soejima girando su cabeza y cruzándose de brazos dijo,
─Bueno... tienes razón... pero... hay varios motivos...
Luego de decir eso en tono de lamento, Soejima dirigió su atención hacia mÃ.
─Por cierto, ¿tú que opinas? Desde tu punto de vista, qué prefieres más, ¿una chica con anteojos o sin?
La pregunta fue tan repentina que no pude dar una respuesta de inmediato.
─Ah... la verdad me da igual...
─Por favor tómatelo en serio... soy una damisela en problemas.
─A-Ah, ya veo...
Estas son las clases de cosas que no me gustan de Soejima.
Mientras estaba pensando en que hacer me acordé de lo que me pidió Ikehara que hiciera en la mañana y de algún modo logré preguntarle con naturalidad.
─.... Ah. Por cierto, ¿tienes a alguien que te guste?
No es por alardear, pero creo que le pregunté con bastante tacto. No tenÃa ganas de aceptar el encargo, pero con esto he cumplido con mi parte.
Mientras esperaba que me respondiera con un "si", "no sé" o "no", Soejima puso ambas manos sobre sus mejillas,
─Me avergüenza tener que decirlo tan asà de repente...
Dijo rompiendo el hielo.
─No sé cómo explicarlo, desde la semana pasada me he estado preocupando por esto... cómo hacer para que él se fije en mÃ, aunque sea un poco... asà me empecé a sentir..., luego de pensar en esto y aquello, pensé, bueno probemos a ver cómo nos va con lentes de contacto y me los puse, pero de ahà me puse a pensar que hay casos donde la otra parte prefiere que las chicas usen anteojos. Esa es la razón por la que me he sentido agobiada sobre qué hacer.
Me sorprendió como pudo decir tanto sin morderse la lengua.
No obstante, no tengo mucho que decir al respecto.
─Heh....
Por el momento, eso fue lo que le respondÃ.
─¡Y sabes que!
La conversación aún no habÃa terminado y Soejima se apoyó sobre el mostrador dirigiendo su mirada hacia mÃ.
Me sentà un tanto agotado de oÃrla, pero no me queda de otra, yo fui el que inició con este tema de conversación.
─¡Qué opinas de que sea mayor, senpai! ¡Es un tema un tanto complicado, verdad!
─¿Mayor...? ¿Te refieres a que tú eres mayor que él?
─Asà es... ¿no es bastante normal que el hombre sea mayor que la mujer?
Y allà fue cuando finalmente capté lo que estaba pasando.
Aparentemente, Soejima está enamorada de un chico que es menor que ella.
Lo único que me quedó claro es que Ikehara no tiene oportunidad. No es que sea mi culpa, pero me empecé a sentir mal por el pobre tipo.
─Ah, bueno, creo que asà está bien...
Tan pronto le respondà eso a Soejima, alguien vino a pedir prestado un libro, por lo que me tocó atenderlo.
─La devolución queda para el próximo miércoles.
Lidié con el estudiante con mis robóticas palabras.
Mientras tanto, Soejima se cruzó de brazos y murmuró algo para ella misma.
Ayer me enteré de lo de Kitagawa y Kiriyama y ahora esto.
Ahora que estoy en el instituto, constantemente me he estado preocupando por esto y aquello con Shinonome, pero ahora me doy cuenta de que estas cosas les pasan también a los demás.
El romance no es algo tan especial que solo le ocurra a una sola persona en todo el mundo si no que es un evento normal que le sucede a todos.
Todos se están quebrando la cabeza pensando en esas cosas al igual que yo.
Cuando me pongo a pensarlo, incluso mi personalidad ligeramente depresiva se siente como que es algo universal, no como algo anormal.
─Bueno, espero que todo te funcione.
Al verme murmurar eso, Soejima sonrió levemente.
─Si. Muchas gracias.
Ariga me dijo que era cruel que solo yo fuera el único feliz, pero incluso si él no querÃa expresarlo de esa forma, me sentà un tanto altruista al desear que los asuntos románticos de otras personas salgan bien.
No obstante, si el romance de Soejima sale bien eso se traduce en que el amor de Ikehara conocerá la desgracia, sin embargo, él es la clase de tipo que decÃa que le gustaba Shiina-san durante el primer año, asà que estoy seguro de que encontrará pronto un nuevo amor.
Después de eso, tuve que aguantarme las interminables historias de amor de Soejima ya que nadie más vino a prestar libros.
La persona que le gusta a Soejima es un nuevo estudiante que recién se acaba de unir al club de teatro, pese a que es un estudiante de primer año, él era amable, fuerte y confiable, y ayuda con las tareas pesadas del club.
─Ya sabÃa yo que era difÃcil pedir consejo a los otros miembros del club de teatro... gracias por escucharme.
Eso fue lo que me dijo cuando me iba.
No creo que le haya dado un gran consejo, pero, no se siente mal cuando los demás te dan las gracias.
※
Mientras les pedÃa a los estudiantes que abandonaran la biblioteca para cerrarla y luego hacer el aseo, le envÃe un mensaje de texto a Kitagawa comentándole que le iba a contar a Shinonome lo de la llamada telefónica.
Ella me contestó casi que de inmediato,
[De acuerdo, si se trata de Shinonome-san no hay problema además puede que haya generado algunos malos entendidos]
Por el momento me siento más tranquilo ahora que he conseguido su consentimiento.
Cuando iba al almacén por la aspiradora luego de terminar de limpiar y poner en orden las sillas, Soejima vino corriendo detrás de mÃ,
─Ah, yo me encargo del resto. Puedes irte primero.
Eso me dijo mientras señalaba a la persona que se encontraba en la entrada de la biblioteca.
─No quiero que la hagas esperar. Vamos, anda.
Dijo sonriendo Soejima mientras señalaba a Shinonome que se podÃa ver a través del vidrio de la puerta.
─Quiero que lo consideres mi agradecimiento por escucharme hoy. Por favor sigue dándome consejos en el futuro.
─Um... bueno, gracias por tu consideración.
Cuando salà de la biblioteca, Shinonome inclinó su cabeza ligeramente cuando me vio.
─¿Ya terminaste de limpiar?
─Soejima dijo que se encargarÃa del resto. Ella me dijo que no querÃa que esperaras demasiado.
Cuando le dije eso, Shinonome puso un rostro en son de disculpa.
─Yo no tenÃa problemas con esperar...
─No te preocupes. Ella solo me estaba pagando un pequeño favor que le hice.
Shinonome esta vez me vio con una expresión confundida.
Mientras nos alejábamos caminando del lugar, le conté sobre la situación de Soejima en breves palabras. No le conté que la persona que le gustaba pertenecÃa al club de teatro, ni mucho menos que él era menor que ella. No me parecÃa buena idea andar contando todos los detalles.
Shinonome me escuchó en silencio y luego,
─¿SonarÃa grosero si digo que me parece fascinante...?
Fue lo que expresó.
─¿Fascinante?
─Si. No he escuchado tantas historias románticas de otras personas.
─Me preguntó si eso me puede servir de material de referencia para escribir una novela de romance.
─Puede ser.
Luego de volver al salón de clases a por mà mochila, los dos salimos del instituto y caminamos hacia la estación.
En ese tiempo le conté los pormenores de la historia de Kitagawa asà como lo de Soejima.
─¿Con que Kiriyama-sensei...?
Mientras caminábamos, Shinonome murmuró eso.
─Es una historia bastante encantadora.
Agregando eso.
─¿Encantadora...? A mà me da la sensación de ser una historia bastante peligrosa.
─¿Es por qué se trata de un maestro con una estudiante?
─Asà es. Si los descubren van a tener problemas.
─Si...
Shinonome bajó la mirada, dio unos cuantos pasos y luego se detuvo, levantando la mirada a la altura de mis ojos.
Cuando me detuve, ella abrió su boca.
─Pero, ¿no crees que Kiriyama-sensei está al tanto de las consecuencias?
Y fue lo que me dijo y yo también pienso lo mismo.
Hay un sinfÃn de noticias sobre los problemas que conlleva una relación entre maestro y estudiante. Una persona que desea convertirse en maestro no puede pecar de ignorante sobre ese tema.
─Quizás pese a saber las consecuencias, él todavÃa se enamoró de ella al punto donde ya no podÃa seguir callándolo.
Dijo Shinonome mientras comenzaba a caminar a lo que seguidamente la acompañé.
La tomé de la mano un tanto inseguro a lo que ella se volteó a verme por un momento. Pero no me dijo nada, y asà continuamos caminando tomados de la mano.
─¿Es posible enamorarse tanto de alguien hasta llegar a ese extremo? La relación entre un profesor y estudiante no es tan profunda.
─¿Crees que es indispensable tener una relación profunda con alguien para enamorarte de ella?
Cuando ella dijo eso, incliné mi cabeza en confusión.
─No sabrÃa decirlo... No lo entiendo bien.
Eso fue lo que le respondÃ, pero en mi mente pensaba que de hecho eso no sonaba tan descabellado. Me enamoré de Shinonome antes de saberlo y aún no sé muchas cosas sobre ella. Pese a que no conozco todas sus facetas aun asà me terminé enamorando.
Al principio quizás solo me gustaba su apariencia.
O como suena su voz. O su cuerpo.
O como dijo Soejima que no sabÃa si a él le gustaba que usara anteojos. O no.
Incluso si algo como eso fue el inicio de mi romance, estoy seguro de que no se trata de uno impuro.
Al menos puedo decir que estoy completamente enamorado de Shinonome. Es auténtico.
─¿... Qué estás pensando?
Mientras caminábamos en silencio por la calle, Shinonome me hizo esa pregunta, probablemente debido a que me quedé callado mucho tiempo.
Le contesté sacudiendo ligeramente mi cabeza.
─No es nada.
No creo que la Shinonome de hace un tiempo me hubiera preguntado en que estaba pensando. Como andar a ciegas en la oscuridad asà fue como comenzó nuestra relación y luego gradualmente llegamos al punto donde confirmamos los sentimientos que tenÃamos el uno por el otro.
Preguntar para aclarar dudas aun sobre las cosas más triviales. Yo fui el que sugirió eso.
Me da la sensación de que tanto yo como Shinonome se nos dificulta un poco comunicarnos con los demás. Ambos nos tanteamos sin decirnos nada, pensando en esto y aquello solo para nosotros, y como resultado frecuentemente tenemos nuestras diferencias.
Mientras caminaba, Shinonome bajó la mirada,
─Reunà tanto valor para preguntarte.
Dejando escapar un suave suspiro.
Shinonome debe haber reunido bastante determinación para preguntarme lo que estaba pensando. Para una persona cuyo trabajo es escribir párrafos en forma de novelas, ella no es muy buena cuando se expresa con palabras.
─Verás... estaba pensando en que no nos conocemos por tanto tiempo y henos aquà en esta clase de relación.
Cuando vi que los labios de Shinonome se crisparon en descontento, tuve que empezar a dar explicaciones.
Siento que Shinonome se ha vuelto un tanto obstinada últimamente.
Es como si supiera que clase de reacciones me ponen en apuros y las aprovecha para usarlas.
Al recordar a la Shinonome de hace dos años, cuando aún no habÃamos comenzado a salir, me parece como si ella fuera una persona completamente diferente.
Incluso llegué a tener la ilusión de que la persona parada junto a mi es Shinonome Yuuko pero a la vez no es ella.
Pienso que de la Shinonome Yuuko de la cual me enamoré, era una chica más misteriosa, frágil y más distante.
No obstante, si me preguntan si ya no me gusta la actual Shinonome Yuuko dirÃa que no.
¿Si ella ha cambiado yo también lo he hecho? o es que ¿me gusta tanto Shinonome que estoy dispuesto a hacer algunos cambios?
Bueno, al fin y al cabo, lo que puedo decir es que me gusta Shinonome Yuuko.
Y con cada dÃa que pasa, soy más consciente de esta realidad.
Mientras observaba a Shinonome al pensar en estas cosas, la vi que estaba sonriendo un poco como si algo la hubiera hecho feliz de repente.
─¿Qué pasó?
Esta vez fui yo el que le preguntó.
Shinonome me volteó a ver,
─.... No es nada.
Me dijo.
─Hey, eso no es justo...
Al escuchar mis palabras, Shinonome se carcajeó un poco.
─¿Si soy injusta me odiarÃas?
Eso me puso los pelos de punta.
Rayos, eso tampoco es justo.
No sonrÃas de esa forma. Shinonome sabe que soy débil ante esas reacciones.
─N-No te odiarÃa...
─Es un alivio saberlo.
Ese rostro que me sonrÃe es tan lindo, rayos que adorable es, fue lo que pensé.
─Entonces, ¿en qué estabas pensando?
─Me sentà algo feliz.
─¿Sobre qué?
─Estaba pensando en lo mismo.
Cuando me dijo eso, no logré captarlo en el momento. Remembrando nuestra conversación, finalmente caà en cuenta de lo que a ella se referÃa.
─¿.... Que coincidencia no?
─Si. También pienso lo mismo.
Por un costado de mi campo de visión, alcancé a divisar la estación.
De algún modo me percaté que Shinonome bajó el ritmo de sus pasos. Y al darme cuenta de este hecho también comencé a reducir mi velocidad.
Quiero que los dos vayamos a un mismo ritmo.
Ese pensamiento cruzó por mi mente.
Nos vemos todos los dÃas en la escuela y usualmente salimos en citas los fines de semana. Pero aún asà siento que hace falta algo. DesearÃa poder pasar más tiempo con Shinonome.
─O-Oye....
Tan pronto como llegamos a la estación murmuré eso y Shinonome se detuvo
Shinonome se le quedó viendo a un letrero de un local.
Yo también dirigà mi mirada a ese lugar.
Lo rodeaba la fragancia de pan recién horneado.
─Millhauser...
Tal como ella lo mencionó, un letrero que ponÃa "Millhauser" se encontraba allÃ.
Me acordé de que Shiina-san me dijo que se trataba de una buena panaderÃa.
─¿Podemos entrar?
Dijo Shinonome.
Asentà sin terminar de asimilar lo que me dijo. En cierta manera me sentà un tanto decepcionado de no haber podido comenzar lo que le querÃa decir, aparentemente lo que murmuré cayó en oÃdos sordos.
Quizás Shinonome se enteró de este local por parte de Shiina-san y estaba interesada en conocerlo.
Pensando en eso empujé la puerta del local seguido por Shinonome quién iba adelante de mà y la campanita de la puerta hizo un sonido bastante melódico.
Dentro del interior de la tienda se encontraban alineadas varias hileras de pan recién horneados.
Se trataba de un lugar con bastante estilo.
Las paredes estaban decoradas con varias pinturas, una de ellas parecÃa sacada de "Alicia en el paÃs de las maravillas".
Probablemente se trataba de la escena donde Alicia cae dentro de la madriguera. Alicia se mostraba con un semblante sombrÃo mientras caÃa por un agujero negro que se encontraba rodeado de armarios, cuadros y botellas dispersas por todo el lugar.
─.... Lo sabÃa.
Murmuró Shinonome al ver la pintura.
Incliné mi cabeza en confusión.
─¿Qué sabes?
Los ojos de Shinonome brillaban,
─El nombre de esta tienda. Creo que le pusieron asà por el nombre de un escritor que lleva por apellido Millhauser.
Eso me explicó, pero no le entendà para nada.
─La persona que escribió Alicia en el paÃs de las maravillas es Lewis Carroll, ¿verdad?
─Si. Pero, Millhauser escribió una novela corta sobre Alicia en el paÃs de las maravillas justo cuando ella está por caer en la madriguera.
─Heh....
Ahora entiendo porque no me prestó atención a lo que le iba a decir.
Quizás se debÃa a su trabajo como novelista o simplemente era la naturaleza propia de ella, pero cuando el tema viene a la relación con novelas, ella parece perderse en su mundo.
─Se ve que eres bastante conocedora.
Exclamó súbitamente un joven que se encontraba detrás del mostrador.
Shinonome se asustó un poco ante el sonido de su voz y luego le preguntó con curiosidad,
─¿Te gusta... Millhauser?
Él sonrió y asintió. Por su apariencia dirÃa que se encuentra por los treinta años, se ve un tanto joven para ser el dueño, pero...
─Asà es. TenÃa muchos problemas para decir el nombre del restaurante, pero ya que me gusta Millhauser pensé que le quedarÃa bien.
Juzgando lo que dijo, él debe ser el propietario de este establecimiento.
─¿Ustedes son del Instituto Ousei, verdad?
Cuando asentimos a su pregunta, el propietario siguió diciendo,
─Entonces, ¿ustedes conocen a la bibliotecaria?
Shinonome se sintió confundida. Aparentemente ella no sabÃa que Shiina-san frecuentaba este establecimiento.
─Si la conocemos, ¿necesita algo...?
Cuando le contesté, el propietario se rio levemente,
─Esa persona es la bibliotecaria pero no sabe de Millhauser, ¿verdad? Si los estudiantes saben más que ella eso significa que necesita reforzar sus conocimientos.
Eso fue lo que expresó.
─Si tienen la oportunidad de encontrarse con ella dÃganle esto. Ella siempre compra el mismo pan. Eso está bien y todo pero que tal si se da la oportunidad de probar otros. Estoy seguro que son deliciosos... pero es algo difÃcil para mà decÃrselo ya que no quiero sonar como un vendedor insistente.
Quizás debido a su actitud amistosa, el propietario continuó hablando con Shinonome sobre el escritor llamado Millhauser.
En momentos como este me siento un poco excluido.
Ahora que estoy saliendo con Shinonome leo más libros que antes, sin embargo, todavÃa no estoy al nivel donde puedo hablar de eso con ella. Ella lee de un amplio repertorio de textos, ya sea que estén escritos en japonés o en otros idiomas independientemente del género de la lectura.
Cuando Shinonome se dio cuenta que me excluyeron de la conversación,
─Ah, lo siento mucho...
Me dijo mientras volteaba a verme a lo que yo me encogà de hombros.
─No te preocupes. Ya me acostumbré.
Luego de ir pasando filas de panes... me decidà por unas medias lunas... y fui para pagarlas.
─Es mi forma de disculparme por prestarte a tu novia por tanto tiempo.
Me dijo el propietario mientras me daba un pequeño descuento.
Tengo sentimientos encontrados, siento que gané, pero a la vez perdÃ.
─Perdóname... después de toda esa plática no podÃa decir que no lo comprarÃa.
Shinonome se disculpó mientras salÃamos de la tienda.
─No te preocupes. De todos modos, tenÃa hambre.
Y fue entonces cuando vi una banca en una esquina frente a la estación.
─¿Nos los comemos? No es como que los llevemos para la casa.
Shinonome asintió ante mi sugerencia.
El árbol junto a nosotros nos daba buena sombra, lo que nos protegÃa de lo fuerte que estaba el sol. Estábamos en temporada de frÃo. Aun cuando se acerca el verano todavÃa se siente como que estamos en primavera.
Saqué las medias lunas que todavÃa estaban calientes de la bolsa y le pasé una a Shinonome.
─Ten todavÃa está caliente.
Mientras sostenÃa la media luna, Shinonome sonrió levemente. Para mi fortuna pude alargar mi tiempo a solas con Shinonome.
─Escuché que a Shiina-san le gusta comer bastantes media lunas.
─De veras.
─Ella me dijo que el pan de ahà era delicioso. Pensé que ya sabÃas de eso y que por eso tenÃas ganas de entrar a la tienda.
─No tenÃa ni la menor idea...
Shinonome le dio un mordisco a su media luna.
─Tiene razón, sabe delicioso.
Fue lo que murmuró. La escena de estar sentados en la banca solo comiendo pan puede parecer algo extraña para las demás personas. Sin embargo, se trataba de un tiempo pacÃfico y placentero.
─Oye, se me olvidó decirte esto hace un momento.
Terminé de comer primero y dije eso mientras observaba a las personas a nuestros alrededores. Shinonome todavÃa estaba masticando su pan como si fuera una ardillita mordiendo una bellota.
─¿Quieres salir en un viaje en las vacaciones de verano?
A mis palabras, Shinonome se puso rÃgida y se me quedó viendo, luego,
─¿U-Un viaje...?
Inclinó su cabeza hacia un lado como si nunca hubiera escuchado esa palabra.
─Ah, si... Si no quieres no hay problema. Solo pensé que serÃa agradable que pudiéramos pasar un tiempo los dos en algún lado. Y-Ya sabes, estamos en tercer año, es como si se tratara de un viaje por la graduación...
Me desesperé tanto por explicarle que ya estaba empezando a hacer el ridÃculo.
Shinonome bajó la mirada,
─No sé si me van a dar permiso de pasar la noche en otro lugar...
Me sentà algo decepcionado cuando la escuché decir eso, pero luego ella inmediatamente levantó la mirada y continuó.
─Hum, ¿le puedo preguntar primero a mi familia y luego te digo?
─Si.
Asentà de inmediato. Me sentà aliviado de que ella al menos lo tuviera a consideración.
Y ahà fue cuando recuperé mis sentidos,
─No, espera un momento. ¿Qué le vas a decir a tu familia?
Cuando le pregunté eso, Shinonome ladeó su cabeza nuevamente.
─¿Eh...? Bueno...
Tras un momento de silencio.
─Qu....
Cortó a medio camino sus palabras y luego bajó la mirada,
─Quiero salir en... un viaje con mi novio...
Cuando dijo la palabra "novio" me hizo ruborizarme por un momento, pero me obligué a deshacerme de ese sentimiento y dije.
─Espera, espera, creo que eso va a ser imposible.
─¿Imposible, el qué....?
Aunque parece que se me ha hecho más fácil entenderla, Shinonome sigue siendo la misma Shinonome, eso fue lo que pensé.
─Digo, si dices que es con tu novio... lo más probable es que te digan que no...
─... ¿En serio?
La pregunta de Shinonome fue tan inmediata que no pude evitar cruzarme de brazos y dejar salir un "Ufff".
Puede que existan ese tipo de familias.
No puedo decir que no hay padres que le dirÃan a sus hijas cuando ellas les preguntan si pueden salir en un viaje con sus novios algo como, ─Que se la pasen bien y tengan cuidado. No puedo asegurarlo, pero ¿quién lo harÃa?
Si se tratara de mis padres, ellos probablemente dirÃan, "adelante, ve", pero la diferencia aquà es que soy su hijo, asà que no tendrÃan de que preocuparse, bueno eso supongo que me dirÃan.
No sé mucho sobre la familia de Shinonome asà que me resulta difÃcil pensar que ellos son asÃ.
─Este, entonces... ¿deberÃa decirles una mentira...?
─Decirles una mentira... bueno eso...
Me resulta difÃcil decirle que diga una mentira porque quiero que nos vayamos de viaje.
─¿Q-Qué deberÃa decirles...?
─¿Digamos que les dices que saldrás de viaje con tus amigos...?
─¿Si me preguntan que si voy a salir con un chico deberÃa decirles que no...?
─Veamos....
Ni idea. ¿Qué deberÃa responder en esta situación?
Bueno en mi caso preferirÃa convencer a mis padres con una mentira como esa. No obstante, no me puedo imaginar a Shinonome mintiéndole a sus padres.
─Ah, este... vaya. Lo voy a pensar. TodavÃa tenemos tiempo...
Tras pensarlo por un tiempo eso fue lo que le dije.
Shinonome se me quedó viendo fijamente y luego asintió inmediatamente.
─Si. Entonces yo también pensaré en algo...
─V-Vaya...
Y asà nos separamos en la estación con una sensación un tanto incómoda entre nosotros.
En mi camino a casa, me apoyé en la puerta del tren pensando distraÃdamente en el viaje.
El viaje.
Con Shinonome.
Los dos juntos.
Por 24 horas o incluso más solo con ella, solo los dos juntos.
─Qué bien suena...
Se trataba solo de pensamientos espontáneos que pasaban por mi mente, pero entre más me lo imaginaba mejor me sentÃa. Nos podrÃamos tomar de las manos, hablar, comer, pasar la noche sin tener que preocuparnos de cómo nos van a ver los demás en la ciudad...
─En cuanto... adonde nos alojaremos. Bueno se trata de un viaje.
No pude evitar murmurar eso.
¿Nos quedaremos en la misma habitación?
¿En el mismo futon?
Me puse a divagar un poco. Aparentemente mi imaginación se fue en la dirección equivocada. Como me imaginaba esto va a ser peligroso. Bueno no es para tanto. ¿DeberÃamos hacerlo? Creo que no. Pero si nos quedamos en la noche….
─Ah....
Incluso cuando aún no hemos hecho nada y lo del viaje no es seguro, mi mente se puso a pensar en cosas un tanto provocativas.
─Que idiota me siento...
Lo siguiente que vi fue a una niña sentada en el asiento contiguo viéndome fijamente.
Cuando le sonreà a la niña, ella apartó la mirada como si hubiera visto algo sumamente desagradable.
─Ese chico está sonriendo.
Eso me dijo.
Inmediatamente cambié mi posición en el asiento y saqué mi teléfono, pretendiendo que estaba ocupado con eso.
Estaba sonriendo.
Me dan ganas de carcajearme.
Me sentà tan bien cuando pienso que esta es la primera vez en mi vida que me siento tan contento.
Decidà no seguir pensando en mis planes a futuro, sino que solo me voy a concentrar en la noche que voy a pasar con Shinonome.
Aunque debo admitir que eso suena un tanto impropio.
Por dios, amo tanto a Shinonome Yuuko.
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